miércoles, 6 de octubre de 2010

V CAMPEONATO DE ESPAÑA ABIERTO DE SALMÓNIDOS MOSCA

Los días 23 a 26 de septiembre se celebró en Molina de Aragón (Guadalajara) el V Campeonato de España abierto de salmónidos mosca por equipos. Los escenarios elegidos, en el mismo curso del río Gallo, fueron el coto de Ventosa y el tramo de captura y suelta de Cuevas Labradas. En un paraje hermosísimo que da entrada al Parque Natural del Alto Tajo, veinticuatro pescadores concurrieron a una de las competiciones más generosas en truchas a las que he asistido, y eso que el Gallo no se comportó como en él es habitual, quizá porque la mañana del sábado mostró su rostro más otoñal con una temperatura de apenas 4 ºC . El cómputo final de capturas lo dice todo: 418 ejemplares de trucha común durante dos jornadas y un total de 16 horas de pesca.
El Gallo, curso de régimen especial, está completamente excluido de una práctica que en otras latitudes y concursos se ha hecho ya rutinaria: la repoblación con ejemplares casi narcotizados y expuestos al capricho y al azar de la fisonomía del río y a la mejor o peor fortuna —pero siempre indolente— que deparan los sorteos.
Esta vez no; esta vez, la fortuna la dio el río. Es verdad que el tramo de captura y suelta de Cuevas Labradas, al ser libre, ha tenido mucha presión durante el verano y, sobre todo, en el mes de agosto. Dio menos truchas y basta con reflexionar brevemente para saber la causa. Pero nadie se encontró con un tramo del río con una multitud de truchas hacinadas en las tablas o haciéndose un hueco en las blandas.
El río Gallo presenta un cauce cuyo tiento exige una buena técnica y una lectura no convencional. Se trata de un río sorpresivo, de sustos y de sobrecogimientos y de resultados a veces ilógicos si se acude a él con poca o estandarizada curiosidad. Ésta fue, además, la impresión de la mayoría de los pescadores que se dieron cita en este Campeonato que, bajo la tutela de las Federaciones Española y de Castilla-La Mancha, organizó excelentemente la Sociedad de Pescadores «Río Gallo» de Molina de Aragón, como así constataron inequívocamente los participantes. Enhorabuena, pues, por la organización y a la organización: al presidente de la S.P. «Río Gallo» José Villanueva y a los colaboradores Fernando Ruiz, José y Jesús Bruna, Ramón, David, Javier, José Luis, Guillermo, Ricardo...
El encuentro competitivo sirvió además para que algunas autoridades de la Administración autonómica, junto al presidente de la Federación Española de Pesca (José Luis Bruna), discutieran sobre la necesidad de aplicar algunas medidas correctoras para mejorar el entorno y la práctica de la pesca. La guardería fluvial específica (imperativa para disuadir el cada vez más agresivo furtivismo); la descatalogación de algunas especies invasoras (garza y cormorán) que agreden innecesariamente a las poblaciones piscícolas; la dimensión pedagógica de la pesca como mecanismo educativo y protector del medio; la creación de escuelas de pesca con la incorporación de disciplinas medioambientales básicas; estudios ictiogénicos y elaboración de estadísticas sobre los factores que inciden en el medio y su gradación; y —muy importante— la atención que debe prestarse al pescador, a la experiencia del pescador como observador privilegiado de cuantos accidentes, modificaciones, sospechas y certezas, buenas y malas prácticas y alteraciones naturales que afectan a los ríos y al medio por el que discurren.
En resumen, que una vigilancia atenta y una información sistemática de las observaciones ociosas y los análisis curriculares pueden —y deberían— constituir un marco regido por la colaboración de todos los que manifiestan un interés basado en la bondad de su práctica y, naturalmente, de sus fines. Administración, Federaciones de Pesca, Sociedades de pescadores y la población ribereña han de contribuir no sólo al mantenimiento, sino a la mejora también de un medio que es de todos y que debe terminar de una vez con la retórica y la vacuidad de las buenas intenciones, incluso con la retórica que pueda desprenderse de estas mismas palabras que ahora escribo.
Se trata (no es ocioso reiterarlo) de una labor de todos. Esto es verdad, pero no será una certeza tangible hasta que no comprobemos los primeros resultados.